miércoles, octubre 12

Himno con letra de Son.



La inmensa mayoría de los pueblos tienen su himno y cuando este se escucha fuera de tu tierra por alguna razón sensorial se te hiela la sangre, lo sientes aun más propio y la humedad en tus ojos puede traicionarte. Los símbolos patrios no tienen ideología, no tienen partido, pueden nacer en instantes turbulentos, en el fragor de la batalla, pero un solo segundo después no pertenecen a nada ni a nadie, solo al cielo y a la tierra que te vieron nacer. 

Hacen mucho pero mucho tiempo que no escucho en público la melodía y la letra que compuso Perucho Figueredo hace 143 años. El 20 de Octubre de 1868 se escuchó por primera vez el himno de Cuba en una noche apacible en la ciudad de Bayamo después de la capitulación de las fuerzas del ejército español en lo que fuese la primera victoria del ejército cubano en la llamada guerra de los Diez Años.  

Himno de Cuba

Al combate corred bayameses,
que la patria os contempla orgullosa.
No temáis una muerte gloriosa
que morir por la patria ¡es vivir!

En cadenas vivir, es vivir.
En afrenta y oprobio sumido.
Del clarín escuchad el sonido,
a las armas valientes corred!

Hoy en otras tierras vivo mi vida, pero no puedo cantar su himno, no porque no quiera, es sencillamente porque no tiene letra que cantar. En un país donde la música y los compositores están a flor de piel es imperdonable que escuches una melodía sin letra. Su origen es una marcha militar del siglo XVIII pero aunque intentos han habido solo sigue siendo eso, melodía. Para todo esto como casi siempre hay un consuelo y en mi caso rodeado de un halo de romanticismo. Mis hijos mitad cubanos mitad asturianos han aprendido desde niños a cantar el himno de Asturias que por curiosidad es uno de los mas famosos del mundo, el desgarro de nostalgia que de su melodía emana extrémese al mas insensible de los mortales. Lo curioso de todo esta en su origen.
 
Cuando Fernando de la Puente un prestigioso investigador del folklore regional comenzó sus indagaciones sobre el origen del Asturias, patria querida poco podía imaginar que acabaría encontrando la respuesta en Cuba. Fue allí donde Marcelino Rodríguez, como tantos otros asturianos, emigró a finales del siglo XIX. Casado con una negra, tuvo dos hijos, uno de los cuales se dedicaría con gran fortuna a la música. Bajo el nombre artístico de Ignacio Piñeiro, en 1927 fundó el Septeto Nacional, formación con la que grabó numerosos discos y viajó por todo el mundo. A su catálogo musical, hay que añadir ahora Asturias, patria querida, canción que al parecer, escribió contagiado por la morriña de su padre, quien dejó a su familia cubana y regresó a su pueblo a comienzos de los años veinte.
Himno de Asturias

Asturias, Patria querida,
Asturias de mis amores;
¡quién estuviera en Asturias
en todas las ocasiones!
Tengo de subir al árbol,
tengo de coger la flor,
y dársela a mi morena
que la ponga en el balcón,
Que la ponga en el balcón,
que la deje de poner,
tengo de subir al árbol
y la flor he de coger.

Según el folklorista asturiano, la canción fue concebida inicialmente como un son, cuyas estrofas iba improvisando y hablaban de un cubano que quería estar en Asturias en todas las ocasiones.  Años después Ignacio Piñeiro visito Grado, un pequeño pueblo de Asturias donde había nacido su padre, pero este ya había fallecido.  

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