domingo, septiembre 19

Mantequilla para el bollo.


De buenas a primera hemos pasado de un verano muy pero muy caluroso a un incipiente otoño que refresca la vida muy tempranamente. Las cocinas varían rápidamente y los potajes y las sopas hacen acto de presencia. En el viejo Santiago estaban a nuestra mesa todo el año, aunque las gotas de sudor bañaran nuestro rostro. Este cambio en el hábito alimentario dependiente de la época del año marca también la utilización de los utencilios de cocina y los vocablos que se manejan son bien diferentes. Las paelleras y sartenes dan paso a las casuelas o potas y me refiero a ello porque en la cocina también se manifiesta la riqueza del lenguaje castellano. Nos comunicamos en un idioma en el que se expresan más de quinientos millones de seres humanos que viven a ambos lados del Atlántico. Pero la diferencia en el sentido de las palabras o en el empleo de algunas bien distintas puede representar la diferencia entre poder comer o quedarse con las ganas, aunque la mayoria tengan sus definiciones concretas en cualquier diccionario de la Real Lengua Española . Si sale usted de Santiago de las Vegas y lo ponen a cocinar junto a un asturiano, puede ser que no encuentre nada de lo que le pidan. El término casuela es sustituido por potas y los jarros aquí no existen, son cazos. Si le piden una garcilla, es para nosotros un cucharón. Si lo mandan a la nevera busque un refrigerador y si le indican un cajón no busque una caja grande es simplemente una gaveta. Un bote o tarro de tomate es nuestro pomo de siempre. La experiencia a la inversa puede también ser traumática y llegar a sonrosar al más insensible de los mortales. Fui testigo presencial de sonrisas picarescas cuando una asturiana de visita en nuestro pueblo pidió mantequilla para el bollo (pan pequeño) o sencillamente le decía a la familia que había cogido tremenda pingadura al salir a la calle, nada solo se había mojado bajo un fuerte aguacero. Nuestro idioma es muy rico y con infinidad de vocablos pero cuidado, te puede dejar sin comer o poner en juicio tu reputada educación. Si sirve de consuelo aqui en la Madre Patria te puede ocurrir lo mismo solo basta coger un coche o carro y andar algunos kilómetros, en esta tierra todo vale o esta OK y todos somos tíos, gajes del lenguaje.

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